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Se trata de una pieza creada a partir de los fundamentos de lo que podríamos denominar Geometría Universal o Geometría Sagrada teniendo en cuenta patrones geométricos naturales de la Tierra.

 

El círculo, el cuadrado, los fractales, cuatro aspas girando a modo de vórtex, la forma de la galaxia, el movimiento en espiral. En definitiva, la forma natural del movimiento de la energía y de los campos energéticos de los seres vivos.

 

Su origen es antiquísimo. Es conocido prácticamente en toda la historia de la humanidad y en casi todo el planeta.

 

Piedras milenarias con el símbolo, culturas preindoeuropeas, indoeropeas, romanos, griegos, diferentes culturas en América, en Asia, utilizado por prácticamente todas las religiones del mundo: Cristianismo, Induísmo, Budismo, Judaísmo, Visnuistas, etc. Se trata de una svástika1 (palabra en sanscrito), también conocida como tetraskelion (Grecia), Wan (China), manji (Japón), lauburu (País Vasco) y otros nombres en otros idiomas.

 

 

Y es precisamente por su gran capacidad energética su reiterado uso a través de los tiempos, para cimentar los templos de prácticamente todas las religiones del mundo.

 

 

Se han encriptado en su diseño: fractales de hexágonos (estrella dodecagonal central), medidas relacionadas con el pentágono, unión hexágonopentágono, etc.

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A nivel de geometría energética se podría decir que se trata de una sección horizontal de un campo toroidal.

Una pieza capaz de interactuar con su entorno equilibrando y armonizando elementos biológicos y alteraciones telúricas.